Cierre de inventario 2009.

Trabajo, amor, salud, amistades, familia, que vino y se fue.
Fue un año dificil, lleno de lecciones, esperanza y fe.

Una de las peores crisis económicas del mundo. Impuestos y disvarios para el país, crisis sociales y políticas en todo el mundo. La influenza azota a México y el mundo, casi nos decretan toque de queda. Mueren grandes personajes en el mundo artistico, politico y social. Se respira un ambiente devastado y cansado, asustado y desolado. Pero justo en medio de la crisis nacen niños, con la inocencia y la sonrisa en el rostro, con la esperanza de un nuevo día. Ríen y juegan en sus casas y bajo el sol. Porque aún se siente el sol y el viento en el rostro, aún corremos con todas nuestras fuerzas por el mundo, respiramos y soltamos carcajadas, aún sentimos con todo el corazón y lloramos con intensidad, aún amamos con dulzura y con pasión, aún florecen los campos y Dios se asoma por las mañanas. Y los grandes retos esperan en casa.

Mis mas anhelados sueños, proyectos importantes, trabajos queridos.

Comencé el año como casi todo, como casi todos: dando todo. Me tope de frente con la realidad y no tuve mas remedio que mirarla directo. Y con la frente en alto no quedo mas que aprender a caminar con el peso encima y sin mirar atras. De pie.

Conoci grandes personas y nuevas amistades. Lecciones cada vez mas valiosas.

Y la lección de amor y perdón más importante que he tenido en la vida.

Porque el perdon no es más que un acto de amor, a la vida, a nadie en particular. Y es un mecanismo de liberación. Un regalo divino, una puerta. No hay mas prisión que uno mismo ni más negra que el rencor. Soy libre, como el viento suave, como el viento blanco.

Gracias Azael: Por todas las lecciones que aprendi. En especial por la de amor y perdón.
Gracias Claudia: Por el apoyo. Por estar en cada momento a mi lado.
Gracias Arturo: Por cada crudo acierto, por mostrarme el otro lado del camino que no conocia.
Gracias Sergio: Por la valiosa lección. Por enseñarme que siempre se puede sonreir otra vez.
Gracias Edson: Por la paciencia. Por estar a mi lado pese a todo.
Gracias Jorge: Por mostrarme que la amistad existe.
Gracias Alexandra: Por la compañia. Por mostrarme que no estoy sola.
Gracias Victor: Por la lección de compasión. Por mostrarme que todos tenemos ambos lados.
Gracias Adolfo: Por estar a mi lado.
Gracias Juan Carlos: Por la lección de paz. Por prestarme a tu maravillosa famlia.
Gracias Priscila: Por la lección de perdón.
Gracias Eric: Por la lección de altura.
Gracias Paola: Por la lección de lealtad.
Gracias Lourdes: Por seguir siendo mi amiga y por la lección de amistad.
Gracias Yelitza: Por seguir aquí despues de tantos años.
Gracias Caro: Por la lección de serenidad.
Gracias Cynthia: Por tu amistad y por la leccion de incondicionalidad.
Gracias Lizette: Por la lección de sinceridad. Por ser quien da de quien menos se espera.
Gracias Luis: Por seguir aqui despues de los años y por la paz que transmites.
Gracias Ismael: Por tu amistad y por la alegría que se acumula de los años.
Gracias Guillermo: Por tu amistad sincera y limpia.
Gracias Ricardo: Por la lección de fe y confianza.
Gracias Craig: Por tu amor y tu maravillosa amistad.
Gracias Marcos: Por tu incondicional apoyo y tu maravillosa amistad. Gracias por creer en mi.
Gracias Jacqueline: Por tu incondicional amistad y apoyo.
Gracias Lilia: Por tu incondicional amistad que a traves de los años muestra que vive y crece.
Gracias Adriana: Por tu maravillosa amistad y tu honestidad.
Gracias Alfredo: Por tu amistad y tus consejos. Por tu silencio y tu cariño.
Gracias Liliana: Por regresar a mi vida y por tu apoyo y amistad.
Gracias Tonantzin: Por ser mi amiga.
Gracias Edna: Por la lección de humildad.
Gracias Laura: Por tu apoyo incondicional y por tu paciencia.
Gracias Paola: Por tu recomendación y por confiar en mi.
Gracias Isela: Por tu apoyo y amistad.
Gracias Eduardo: Por todo tu apoyo y enseñanzas.
Gracias Genny: Por tus enseñanzas, apoyo y amistad.
Gracias Merlina: Por el apoyo y la ayuda, y por tu amistad.
Gracias Bertha: Por la lección de gratitud.
Gracias All.com: Por enseñarme un estilo de vida y todo un ensayo social.
Gracias madre: Por tu preocupación, tu amor y tu perdón, por estar a mi lado.
Gracias Laura: Por estar a mi lado y ser incondicional.
Gracias Angelina: Por la lección de voluntad. Por ser la persona más admirable que conozco.
Y gracias a todos por tantas lecciones de bondad y vida.

Y sobretodo: Gracias Dios por este interminable año de tan valiosas lecciones.

Lo que avientas al cielo, te cae encima.
Esta noche al cerrar el año al cielo aviento bendiciones para todos, amistades, enemistades e indiferentes. Para quienes en mi vida estuvieron este año, para bien o para mal.

Solo me queda dar las gracias por cada bendición recibida. Sin rencores ni penas.
Sin lagrimas ni risas, sin nada más que el silencio de la noche y el respeto del año que agoniza y se va, sin nada mas que un nudo en la garganta que se desvanece en calma poco a poco con la esperanza de alcanzar la gracia, el perdón y la paz.

Gracias a todos los que formaron parte de este año en mi vida, para bien o para mal. Al final todo es parte de la misma ecuación que en equilibrio, cierra en ceros al final.

El nuevo año que se asoma, traerá consigo sonrisas y lágrimas también, una cuenta regresiva que llega a su fin en ceros también. Pero comienza como los nacimientos y las bodas, como los niños inocentes que sonrien y juegan, con la confianza de crecer; como todos los comienzos: con esperanza y fe.

Cerramos el año en ceros. El saldo: sonrisas y lagrimas, lecciones y aprendizajes, retos y luchas, perdidas y ganancias. Aprendi entre otras cosas que siempre se puede sonreir y que se puede renacer.
Empezamos de nuevo. Lecciones que renuevan, tan duras como valiosas.
Y cerramos en ceros: Sonrisa por llanto, reto por lección. Esfuerzo por recompensa, una por otra.

Cerramos en ceros, nada me debes.
Vida: Cerramos en ceros. Cerramos en paz.